Diariamente hago el itinerario Avellaneda-Microcentro en la línea 33, ramal Monte Chingolo. Semáforo a Semáforo me detengo a mirar a mis parteneirs de viaje. Que se distribuyen en tal proporción:
15-20 % Estudiantes que siguen viaje hasta Ciudad Universitaria, con esos ojos jóvenes luminosos de esperanza.
50 % Obreros sindicalizados con remeras y gorritas de la UOCRA, CTA, y el omnipresente “Moyano Conducción”.
El resto somos desclasados que no sabemos bien que tan dentro o que tan fuera de la burguesía estamos.
No obstante con esta proporción en ese microcosmos ambulante, curiosamente llamado “Colectivo”, con todo lo que en su profundidad, esta palabrita representa. Yo percibo lo que es el Peronismo en su noción, expresión o manifestación mas elemental. Eso si toda esta hipótesis se debate en un mero galimatías, cuando el 33 llega a la parada del Ministerio de Defensa, frente a La Rosada, y una gorda, rubia, con pinta de empleada administrativa, sube al bondi, y no se percata que en la carpeta que lleva en su brazo derecho (quizás por cuestiones inconscientes elige esta extremidad), asoman papeles y carpetas con el Sello “Confidencial”. Wikileaks haría estragos en el 33.
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