El cielo, la tierra.
La luna y el sol.
La hierba crece.
La lluvia cae.
Y a lo lejos un tren se escucha.
Asi como se escucha el bastardo llanto de un niño en su cuna.
Mientras un hombre ahoga sus penas en una punta de la ciudad.
Y una mujer solloza en la otra.
En la otra punta, ahi donde se separa esta improvisada existencia.
Que de sufrimientos y placeres.
De feroces fracasos y precoces victorias.
Nos recuerda que esto se da una y mil veces.
Mil veces.
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