sábado, 11 de junio de 2011

El conejo Pepin (2005)

El conejo Pepín era la mascota de los chicos de la casa, obedecía casi como Sultán el perro del abuelo, fiel compañero en su solitarias tardes desde que la abuela se había muerto.
Ya era diciembre y las fiestas venían con esa mezcla de melancolía, ansiedad y alegría que en pocas ocasiones se da.
Papá, agarro a Pepín por los cuartos traseros y con presición de relojero clavo el puñal en el vientre de Pepín. Los ojos del pobrecito tenían una mezcla de clemencia con incomprencion de lo que pasaba. No podía creer que los chicos que esa mañana le apretaban sus orejotas blancas con manchitas marrones, miraban impavidos el espectaculo de su martirio, claro que no era un mártir, un mártir muere por una causa y esa noche de veinticuatro de diciembre la unica causa que se proyectaba era la venida de "el salvador de mis amos", como podría haber pensado si Pepín fuera el personaje de alguna fabula. La cosa es que Pepín no llego a ver como desde atras hacia la cabeza su suave pelaje se arrancaba por las poderosas e impías manos de Antonio el papá de los chicos.
Esa tarde fue para Pepín el fín. Para los chicos fue algo nuevo. Fue ver como un ser amado podía ser torturado y muerto y ellos comer, entre petardos, sidras y regalos, un rico conejo asado.

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