martes, 7 de septiembre de 2010

Garca

Barbita, pilcha comprada en el Patio Bulrich, un smartphone que tenía hasta las hélices del impermeable del Inspector Gadget, cada rizo de su pelo peinado como si fuera el único (el único del mundo), afuera había dejado (en doble fila) una de esas naves importadas que no se sabe de donde salieron, se sentó y pensé que se moriría. Que se moriría de un ataque, de un ataque de sinceridad.
Empezó.
"Es así pochy...el que no llora no mama...yo siempre pienso en si lo que hago es ilegal...sobre la ley...el Imperio de la Ley...para mí (para quien mas) el Imperio de la Ley esta para protegerte de gente como yo...pero a mí...quien me protege...? En el fondo soy una víctima".
"Ayer miraba en el diario no se que de la corrupción...me pareció muy loco. Que es la "corrupción"? Te lo dice la palabra. Es cuando algo se corrompe. En este caso el "sistema". Digamos que la victima es el "sistema" que se "corrompe". Pero a cuanta gente "corrompe" el "sistema"? O peor....cuantas víctimas deja el "sistema”? "
Pensé que se iba a morir. O que ya estaba muerto. No se si yo hubiera querido matarlo. Me estaría corrompiendo.

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