lunes, 23 de abril de 2012

Riachuelo y otras contaminaciones del alma

Bordando la polución del riacho, sus huesos se llevaba. Masticaba que dicen las sudaderas de UCLA en La Boca. Que estaba poniendose fresconi. En el veneno de la paraguaya. Que estaba atrasado con el alquiler. El escupitajo rojo no era de un caramelo. Y que que se vayan todos porque vuelven los mismos. Así, largalo, dejalo, sacale la espoleta. Alguien se va a quemar.

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